
Los consumidores son cada vez más conscientes de la sostenibilidad – y detectan rápido las promesas vacías. En 2025, el greenwashing ya no funciona. Lo que importa es la credibilidad.
La gente quiere pruebas de que las marcas asumen responsabilidades reales. No basta con productos “verdes”: hace falta transparencia y acciones concretas.
Revisa tus medidas de forma crítica y comunica con apertura. La sostenibilidad no debe ser un slogan, sino un valor central. Los clientes perciben rápido si es auténtico.
La sostenibilidad no es un riesgo, es una oportunidad. Las marcas que comunican con honestidad ganan clientes, confianza y respeto a largo plazo.